viernes, 26 de junio de 2009

Visita al Museo de Bellas Artes


En mi visita al Museo, hubo una obra la cual me llamó la atención. En ella estaba una empleada desde su pobre e incómodo cuarto y parecía ver, con un halo de desgano y tristeza al pintor que inmortalizaba su desgastada figura en aquel lienzo que ahora presencian mis ojos.
Aquella mujer era única, diferente a todas las demás pinturas. Ésta era aún más personal, daba escalofríos el sólo pensar que una persona llevara a su cuerpo al extremo, por una remuneración mínima, la cual apenas le alcanzaba para subsistir.
La ignorancia de la gente poderosa que mantenía bajo estas deplorables situaciones a sus empleados, personas humildes a quiene la vida no trató de buena manera, es indescriptible.
Pero nada podemos hacer nosotros, eslabones de la sociedad moderna, individuos que nada pueden hacer ante un hecho ya pasado, sólo podemos ser espectadores de esta hermosa obra, admirar esa luz propia que desprende cualquiera que la mira y desear que el mundo de ese entonces, la sociedad a la que intentaba llegar esta obra no vuelva a aparece hasta dentro de muchos siglos.
Definitivamente una obra en verdad maravillosa...
Iara Diácobo 2º 2ª

1 comentario:

Nora Aguirre dijo...

Iara:
Además de agradecer tu participación en el blog quiero recordarte que somo simples espectadores de esta hermosa obra de arte pero NO lo tenemos que ser en la vida que nos toca vivir.
SI podemos hacer cosas para cambiar las que nos parecen injustas!!!!!!!!!!!!!