martes, 16 de junio de 2009

Visita al Museo Bellas Artes


Ama de llaves.


Despertar. Despertar de aquel sueño, que aunque venda mi alma al mismo Lucifer, nunca se realizará.
Mis días en esta casa son eternos, y nadie detiene el sufrimiento de tener que pintar una sonrisa en esta cara desvalida, que hasta el más pobre puede envidiar.
Todos los días, sin descanso, mas que la noche o la muerte, andando de arriba para debajo de la mansión, sin freno alguno, con estos zapatos que mis pies torturan. Mis zapatos y mi trabajo no combinan con mis pies, ya que tuve la fatalidad de heredar los juanetes de mi madre, que en paz descanse. Pero nadie de mi dolor sabe, porque actriz soy, gracias a mis gestos de alegría, y la Doña y amigas dicen maravillas de mí ya que no me quejo por dolor o disgusto alguno.
Todos los días el mismo traje, que parece una burla comparado con aquellos majestuosos vestidos que tiene Doña Azucena.
“De seguro que le gusta este trabajo”
“No deja de sonreír, no se queja, y buenos modales tiene. Es perfecta”
“Yo, a ella, le doy de lo mejor”
Solo son patrañas que la gente dice y envidia.
Yo este trabajo no lo amo y no lo elegí. Mi madre era ama de llaves, mi abuela también, y yo como hija y nieta sigo su trabajo.
Yo no me quejo, porque pan si quiero.
Y mi cuarto, sinónimo de humedad y hogar de olores repugnantes, donde los insectos, ratas y bacterias son mis compañeros. También las paredes no son enemigas para el frío y mi cama de paja es con sabanas que húmedas quedan y no calientan, y mi almohada que piedra parece, pero plumas son.
El olor, el frío, el dolor; mi cuerpo ya no siente nada en publico; pero en la soledad, pido ayuda en silencio.
A mis hijos no los puedo ver, porque con la tutoría de una amiga los dejé, ya que para un ama de llaves “descanso” no existe.
Los peores días, es cuando la Doña realiza fiestas en su casa, ya que mis labores aumentan por el número de invitados que nunca es mínimo de 300.
Mi día empieza con dolor y añoranza al sueño imposible que siempre soy desterrada con el cantar del gallo, que simboliza el sufrimiento de mis días.
Estos son mis días como ama de llaves, resumido como uno.

1 comentario:

Nora Aguirre dijo...

Cami:
¡Me encantó todo lo que escribiste a partir del cuadro que elegiste!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!¡Te felicito!